Palabras de vida desde la misión: La desproporción de Dios
- Sección: Meditaciones-homilías
- Categoría: Palabras de vida desde la misión
«Y aunque no tuvieras dos manos, con tener un corazón para amar te basta…»
«Y aunque no tuvieras dos manos, con tener un corazón para amar te basta…»
¿Cómo se llega a ser santo? Santo Tomás de Aquino, convaleciente, responde…
«Padre, ha llegado la hora, glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique a ti y, por el poder que tú le has dado sobre toda carne, dé la vida eterna a todos los que le has dado».
«Y la única palabra que acertaba a decir era: gracias, gracias...»
«¡Habla menos y sé más santo!»
«Os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito. En cambio, si me voy, os lo enviaré».
«Dios busca al hombre cuando el hombre no busca a Dios…»
«Esta oración está dedicada a los que están muy preocupados por alguien a quien queréis y que en estos momentos quizá está lejos de Dios...»
«La vida cristiana es un combate sórdido, de todos los días, en el que nos va la vida...»
«La familia que reza unida, permanece unida…»
«En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día».
«El amor ensancha la capacidad de entender y ver el bien verdadero, que solo se ve con un corazón grande… »
«Ayúdame a mirar a los otros como ungidos tuyos…»
«Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor».
«Solo en Él radica toda mi esperanza y puedo encontrar la respuesta a la sed más profunda de mi corazón…»
« Espíritu Divino necesito tu ayuda, para que me abras los ojos del alma y del corazón, porque si no me quedaré en los ritos exteriores…»
«El dolor del Corazón de Jesús por la dureza de su corazón…»
«En verdad, en verdad os digo: no fue Moisés quien os dio pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo».
«Es espantoso claudicar en el deseo de la santidad, que es ir mucho más allá de la ley…»
«Nosotros no somos la suma de nuestras debilidades y nuestros fracasos; al contrario, somos la suma del amor del Padre a nosotros y de nuestra capacidad real de llegar a ser imagen de su Hijo…»
Gracias a la generosidad de nuestros bienhechores, hemos podido seguir hasta ahora. Pero las exigencias van siempre en aumento y con frecuencia surgen gastos imprevistos, como reparaciones, adquisición de nuevas máquinas, etc.
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